La defensa del territorio es la defensa de modelos sostenibles de convivencia en su interior, con una concepción comunitaria de la participación y de la toma de decisiones. La supervivencia en los territorios precisa de:
- Un modelo propio de toma de decisiones, fiscalización y puesta en marcha de los proyectos de vida comunitarios.
- El respeto a la identidad y la cultura de las personas que lo habitan, así como el respeto a las lógicas naturales de los ecosistemas de cada territorio.
- La posesión de tierra suficiente para el cultivo, de soluciones de vivienda dignas y sostenibles, de transporte adecuado y de servicios básicos de salud, educación o atención social a una distancia razonable.