La senadora Isabel Cristina Zuleta denunció penalmente al gobernador de Antioquia por no aplicar las sanciones previstas en la accidentalidad minera
Durante un debate de control político sobre accidentalidad minera, citado por la senadora Isabel Cristina Zuleta el pasado 22 de noviembre, trascendió que este sector ocupa el primer lugar en mortalidad de trabajadores (con más de 2.000 víctimas en los últimos años) y que no existe una adecuada investigación de los casos debido a prácticas fraudulentas de algunas empresas y a graves deficiencias en la fiscalización de las autoridades en una absoluta indolencia con las víctimas y sus familias. Según las entidades asistentes al debate hay un enorme subregistro e irregularidades tales como ocultar los eventos, fingir accidentes de tránsito y utilizar bocaminas o empleadores que no coinciden con los registrados por los titulares.
Por lo menos en tres casos donde se ocultó el accidente y no se cumplió con la obligación legal de dar aviso a la autoridad minera, la Gobernación de Antioquia, quien a pesar de conocer posteriormente los hechos se negó a imponer las sanciones previstas en la ley, que van desde multas sucesivas hasta la caducidad del título minero, lo que motivó a esta curul a instaurar denuncia penal y queja disciplinaria por la comisión de un posible prevaricato.
Ante la gravedad de la accidentalidad y mortalidad de trabajadores mineros, resulta inadmisible que las autoridades encargadas de vigilar el cumplimiento de las reglas tomen partido por los intereses de algunos titulares y cohonesten con prácticas abiertamente ilegales que ponen en riesgo la vida e integridad de tantas personas y la estabilidad de sus familias. Habrá que confiar en que esta vez la fiscalía se ocupe de un tema tan grave para el país y en que las diferentes entidades se articularán efectivamente para detener esta ola de muertes, que se han venido naturalizando, porque la minería tiene que ser segura para sus trabajadores y trabajadora. No podemos seguir generando riqueza a costa de la vida.